Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 24 abril 2024.

Embarcar la prevención de riesgos en los barcos de pesca

    Con este ambicioso objetivo, la Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO, SCM-UGT, FGAMTCIG y la Confederación Española de Pesca, CEPESCA, han suscrito el primer Acuerdo Sectorial Estatal del Sector de la Pesca en materia de prevención de riesgos laborales en nuestro país.

    25/10/2016. Francisco Cabezos Rubio, secretario de Salud Laboral, Medio Ambiente y Área Pública de FSC-CCOO

    A grandes rasgos, en el mundo, 3.000 millones de personas dependen de un modo u otro del mar y sus costas. España es el tercer país de la UE en cuanto a número de barcos de pesca, con alrededor de 10.000. Embarcaciones que se dedican al arrastre, al cerco, al palangre y a las artes menores. En cuanto a producción, nuestro país ocupa el primer puesto europeo con una producción cercana al millón de toneladas de capturas. El sector de la pesca da trabajo a unas 35.000 personas en España.

    El sector pesquero destaca por su elevado número de accidentes

    Con jornadas de trabajo maratonianas, marcadas por las mareas, periodos de descanso escasos y no continuados, condiciones meteorológicas adversas, muchas veces incluso hostiles, alejamiento familiar, todo ello unido a maniobras a bordo que entrañan gran dificultad y peligrosidad, donde los accidentes de trabajo o incluso las muertes no son ajenos a los tripulantes de a bordo, no es de extrañar que la pesca esté calificada como una actividad de “alto riesgo”.

    Un informe de la Organización Internacional del Trabajo, OIT, estimó que en 1999 en todo el mundo se dieron 24.000 accidentes con muerte de pescadores y personas relacionadas con la pesca y el procesado de pescado y 24 millones de accidentes sin muerte en el sector de la pesca. Esto nos da una idea de lo arriesgada que es esta actividad. En España, mientras en otros sectores productivos ha habido una tendencia general hacia el descenso en el número de accidentes registrados, sin olvidarnos del repunte estos dos últimos años debido a la crisis, en la pesca se mantiene más o menos constante a lo largo de estos años. De hecho, frente a un índice de incidencia de 6.593 en 2006, en 2015 esta cifra se situó en 6.780,3 (ver tabla 1). Concretamente en las empresas que se dedican a la pesca se han producido 2.539 accidentes en 2015, de los cuales 17 han sido mortales, 110 graves y 2.514 leves. Además, la duración media de las bajas se ha visto incrementada de los 35,8 días en 2006 a los 49,2 de 2014.

    Por tipo de arte, el arrastre es el más peligroso, con 71 accidentes en el período 2011-2014, seguido de las artes menores, con 54, y cerco y palangre con 27 y 18, respectivamente. Por último destacar que el 50% de los accidentes operacionales mortales investigados entre 2008-2011 por la Comisión de Investigación de Accidentes e Incidentes Marítimos (CIAIM) fueron caídas al agua. En cuanto a las enfermedades profesionales, entre 2007 y 2012 se comunicaron 262 partes (ver tabla 2).

    En definitiva, la pesca ha sido y es una actividad laboral de riesgo elevado, presentando una tasa de accidentalidad actualmente por encima de otros sectores considerados tradicionalmente de alto riesgo como la construcción, la agricultura, etc. En el sector de la construcción, por ejemplo, en 2011 tenían un índice de incidencia de 7.735,3 y en 2015 de 6.794,5. Pero el sector de la construcción venía de unos niveles de incidencia, en 2006, de 12.734,6.

    La necesaria acción sindical

    En el año 2015, la Federación de Servicios a la Ciudadanía de Comisiones Obreras llevó a cabo, dentro de la convocatoria de proyectos que realiza la Fundación para la Prevención de Riesgos Laborales, un estudio a través de cuatro métodos –REBA, OCRA, NIOSH y SNOOK– sobre las 50 tareas que realiza el pescador desde el punto de vista ergonómico. Para ello se embarcó a un técnico con el objeto de que realizara las mediciones oportunas en el propio puesto de trabajo. El resultado no deja dudas, el tipo de trabajo que realiza el pescador es muy duro, con grandes exigencias físicas y existen determinadas tareas con alto riesgo e incluso extremo.

    Por todo lo anterior es por lo que sindicatos y patronal, después de un largo periodo de conversaciones, han suscrito el Acuerdo Sectorial Estatal del Sector de la Pesca. El acuerdo va en consonancia de lo recogido en el objetivo 4 de la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo (2015-2020) que persigue “fortalecer la participación de los interlocutores sociales y la implicación de los empresarios y trabajadores en la mejora de la seguridad y salud en el trabajo”, e incide en aquello de que “a mayor implicación mejores condiciones de trabajo”. El diálogo social institucionalizado debe contar con órganos de participación eficientes en los que las Administraciones públicas y los interlocutores sociales se sientan representados. La negociación colectiva debe servir para complementar la norma con una mayor aproximación a la realidad de la empresa, cumpliendo con sus obligaciones preventivas tanto los empresarios como los trabajadores.

    El objetivo fundamental del acuerdo es la protección, formación, divulgación y promoción de la seguridad y salud de las trabajadoras y los trabajadores que desarrollan su actividad en el sector pesquero. Con tal fin contempla la creación de una comisión específica de la pesca para la prevención de riesgos laborales y la salud laboral. Esta comisión desarrollará acciones en las siguientes grandes líneas: reforzar el papel de los órganos consultivos y de participación en materia de prevención de riesgos laborales y potenciar la negociación colectiva para el establecimiento de acuerdos que promuevan la integración de la prevención de riesgos laborales en las empresas y la implicación de trabajadores y empresarios.

    Adicionalmente, la idea es que esta comisión desarrolle diversas funciones, tales como la de divulgar e informar de los riesgos profesionales existentes, así como de los derechos y obligaciones preventivas del empresariado y trabajadores; proponer estrategias, programas de actuación y planes para promocionar la seguridad; evaluar anualmente los efectos de dichos programas; realizar el seguimiento de la accidentalidad laboral; organizar y controlar las visitas a empresas de hasta 50 trabajadores sin representación de los trabajadores, y la propuesta de soluciones para disminuir la accidentalidad en el sector. Las disposiciones que emanen de esta comisión tendrán la naturaleza de buenas prácticas y recomendaciones técnicas preventivas para conseguir homogeneizar las conductas laborales. Ello permitirá mejorar las condiciones de vida y trabajo en el sector de la pesca, incluyendo las actividades en áreas como la calidad, el medio ambiente y la I+D+i, por su estrecha vinculación con la prevención.

    Para CCOO, que fue precursor de las reuniones mantenidas con la OIT en España, empresarios, sindicatos y el INSHT y que condujo a la creación del Grupo de Trabajo en el Sector Marítimo Pesquero dependiente de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en 2015, este acuerdo puede suponer la gran oportunidad de embarcar la prevención de riesgos laborales en todos los barcos de pesca, creando la cultura de seguridad entre los tripulantes de nuestra flota pesquera para hacer posible una disminución de la alta siniestralidad en el sector. Asimismo, este acuerdo supone un avance importante para la normalización de las condiciones de trabajo a bordo de los barcos que debe completarse con la extensión de la negociación colectiva para el sector en sus diferentes modalidades, así como por la ratificación del Convenio 188 de la Pesca de la OIT.