Federación de Servicios a la Ciudadanía de CCOO | 20 abril 2024.

“Las reivindicaciones feministas están muy presentes en los medios de comunicación”

  • Pilar Álvarez Molero, periodista y corresponsal de género de El País.

La periodista Pilar Álvarez Molero fue nombrada, en mayo de 2018, corresponsal de género de El País. Es la primera en ocupar ese puesto, que tiene como objetivo mejorar la cobertura del diario sobre los temas relacionados con la igualdad y la mujer.

07/03/2019. Entrevista realizada por África Sánchez Carnero
Pilar Álvarez Molero, periodista y corresponsal de género de El País

Pilar Álvarez Molero, periodista y corresponsal de género de El País

En la noticia que anunciaba la creación de esta corresponsalía, El País recordaba que, según el informe del Global Media Monitoring Project 2015, las mujeres protagonizan menos del 30% de las noticias. “Son minoría en todas las informaciones excepto en las relacionadas con crimen y violencia (51%). En economía suponen un 20% y las expertas y comentaristas consultadas apenas alcanzan un 9%”.

Es imprescindible que esta realidad cambie y que los medios de comunicación pongan todos sus esfuerzos en ello.

¿Por qué una “corresponsalía” de género?

Es una propuesta que parte de un grupo amplio de trabajadoras de El País y que la dirección vio con buenos ojos. La figura de una corresponsalía de género es similar a otras creadas en grandes medios —como la editora de género de The New York Times o la editora de Igualdad de RTVE—. Es una muestra de que preocupa e interesa el debate sobre la escasa presencia de las mujeres en las informaciones, en la toma de decisiones de los medios y en los espacios de opinión.

¿Cuál es tu valoración de la corresponsalía en estos aproximadamente 10 meses de actividad?

Creo que hemos mejorado en la cobertura de temas relacionados con igualdad y que tenemos una relación más cercana con quienes nos leen gracias a iniciativas como la presencia en redes con sello propio (@elpais_fem). Y falta, entre otras muchas cosas, mejorar en la incorporación de mujeres como expertas en las informaciones, una vigilancia más sistemática de los temas y promover un debate más amplio sobre este asunto.

Por primera vez El País tiene una directora, Soledad Gallego-Díaz, aunque hace años ya le habían ofrecido el cargo. ¿Cómo valoras esta nueva etapa del periódico?

Creo que la incorporación de Soledad Gallego-Díaz ha sido un impulso claro para el periodismo con perspectiva de género, que al final no es ni más ni menos que un mejor periodismo que hace un retrato más fiel de la realidad. Se retomó la sección de Sociedad y ha crecido la presencia en el periódico de temas relacionados con la igualdad y su tratamiento en todas las secciones. Ha aumentado el número de mujeres en puestos de responsabilidad del periódico y se está haciendo un esfuerzo especial desde la sección de Opinión para dar más visibilidad a las mujeres en tribunas y columnas.

¿Cómo crees que se va a desarrollar este 8 de Marzo? ¿Crees que se podrá superar el éxito de la convocatoria del año pasado?

Me parece muy difícil hacer un vaticinio. El 8M de 2018 supuso una convocatoria histórica en España que están copiando y por el que se han interesado mujeres de otros países. Igual que Polonia o Argentina inspiraron a España, ahora España inspira. Uno de los cambios evidentes ha sido que todos los partidos hablan ya de propuestas feministas para mejorar la situación de las mujeres (con más o menos acierto). Veremos en un par de días cómo se desarrolla la jornada del 8M este año y, lo que es más interesante, qué eco y relevancia tiene después.

¿Qué opinas de la iniciativa del año pasado de #LasPeriodistasParamos? ¿Se va a repetir este año?

Fue una iniciativa importante que surgió del empuje de muchas mujeres que trabajan en los medios y que ayudó a dar visibilidad a la huelga feminista y a las protestas de las mujeres. Este año han surgido distintos grupos de ese movimiento inicial. Las reivindicaciones feministas están muy presentes en los medios de comunicación, un sector en el que ellas tienen una presencia mayoritaria pero que luego no es equitativa en los puestos de responsabilidad.

En esta iniciativa se planteó que solo pararan las mujeres y no los hombres. ¿Consideras que hubiera sido más impactante que hubiera parado la prensa, radio y televisiones, en vez de que el trabajo lo hicieran los hombres?

Es un tema que ha sido fruto de mucho debate. El movimiento feminista convocó solo a las mujeres y las periodistas y trabajadoras de medios respetaron esa llamada. No es una huelga al uso como las generales o las de sector.

En general, ¿crees que la huelga del 8M solo deberían hacerla las mujeres y no los hombres?

No suelo opinar en un sentido o en otro. La convocatoria para una huelga solo de mujeres partió del movimiento feminista, con decenas de reuniones y asambleas. Son ellas las que marcaron el paso.

El periodismo es una profesión que sufre la precariedad laboral. ¿Cuál es tu experiencia como trabajadora? ¿Te has sentido discriminada por el hecho de ser mujer?

Claro. He visto en muchas ocasiones cómo los trabajos más precarios y peor pagados eran para las mujeres y cómo a nosotras nos cuesta mucho más que nos reconozcan el esfuerzo. Tenemos menos voz en los medios, eso es un hecho.

En los últimos meses, a pesar del éxito del pasado 8M y de tener el Gobierno con más mujeres de la historia, parece que estamos viviendo un retroceso en igualdad en el ámbito político. En las próximas elecciones generales, con un aumento del número de partidos, no hay ninguna candidata a presidenta. Y los partidos de derechas cargan con dureza contra los derechos de las mujeres y contra una supuesta “ideología de género”. ¿A qué crees que se debe?

La irrupción de un partido de ultraderecha, Vox, que ya tiene presencia en el Parlamento andaluz se debe entre otros motivos a una reacción al avance del feminismo, como han coincidido diferentes especialistas. Creo que una de las claves y éxitos del 8M de 2018 es que ha convertido el feminismo en un asunto en el que todos quieren estar, del que todos hablan. Los temas que afectan directamente a las mujeres han pasado de no existir en los debates a protagonizarlos.